viernes, 26 de junio de 2009

Una Afirmación de la Creación. Posición oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

ACORDADO, registrar el documento de la Asociación General (DSA 2004-273) sobre la creación y solicitar que lo difundan, como sigue:

UNA AFIRMACIÓN DE LA CREACIÓN / INFORME DE LA COMISIÓN ORGANIZADORA

VOTADO, Registrar la presentación de Una afirmación de la creación. Informe de la comisión organizadora, que dice lo siguiente:

Una afirmación de la Creación

Informe de las Conferencias internacionales sobre Fe y Ciencia 2002-2004 a la Comisión organizadora de la Junta Ejecutiva de la Asociación General mediante la oficina del Presidente de la Asociación General, 10 de setiembre de 2004.

Introducción

Las primeras palabras de la Biblia proporcionan el fundamento de todo lo que sigue. En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1:1). En todas las Escrituras se celebra la Creación como procedente de la mano de Dios, a quien se alaba y adora como el Hacedor y Sustentador de todo lo que existe. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos (Sal. 19:1).

Desde esta cosmovisión surgen una serie de doctrinas entrelazadas que se encuentran en el núcleo central del mensaje Adventista del Séptimo Día para el mundo: la creación de un mundo perfecto sin pecado ni muerte hace no mucho tiempo; el sábado; la caída de nuestros primeros padres; la difusión del pecado, la degeneración y la muerte a toda la creación; la venida de Jesucristo, Dios en la carne, para vivir entre nosotros y rescatarnos del pecado por medio de su muerte y resurrección; la segunda venida de Jesús, nuestro Creador y Redentor; y la restauración final de todo lo que se había perdido con la Caída.

Como cristianos que tomamos con seriedad la Biblia y procuramos vivir en base a sus preceptos, los Adventistas del Séptimo Día tenemos una elevada consideración por la naturaleza. Creemos que aun en su condición caída actual, la naturaleza revela el poder eterno de Dios (Rom. 1:20), y que "'Dios es amor' está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba (Elena G. de White, El camino a Cristo, p. 8).

Para nosotros, toda la Escritura es inspirada y es el criterio y prueba de todos los demás medios por los que Dios se revela a sí mismo, incluyendo la naturaleza. Tenemos un gran respeto por la ciencia, y aplaudimos la importancia de los departamentos de ciencia de nuestras instituciones de educación superior y de atención de la salud. También valoramos la obra de los hombres de ciencia e investigadores adventistas del séptimo día no empleados por la Iglesia. Enseñamos a los estudiantes en nuestros colegios y universidades a emplear el método científico en forma rigurosa. Al mismo tiempo, rehusamos limitar nuestra búsqueda de la verdad dentro de las restricciones impuestas por el método científico exclusivamente.

El tema de los orígenes

Durante siglos, por lo menos en el mundo cristiano, la historia bíblica de la creación fue la explicación corriente para el tema de los orígenes. Durante los siglos XVIII y XIX la metodología científica resultó en una comprensión creciente de cómo operaban las cosas. Hoy nadie puede negar que la ciencia ha tenido un impacto notable en nuestras vidas mediante los avances en la agricultura, las comunicaciones, la ecología, la ingeniería, la genética, la salud y la exploración espacial.

En muchas áreas de la vida, el conocimiento derivado de la naturaleza y el conocimiento de la revelación divina en las Escrituras parecen estar en armonía. Los avances en el conocimiento científico a menudo confirman y dan validez a los puntos de vista de la fe. Sin embargo, con respecto al origen del universo, de la tierra, y de la vida y su historia, encontramos cosmovisiones contradictorias. Las afirmaciones basadas en un estudio de las Escrituras a menudo se encuentran en contraste total con las que surgen de las premisas y metodologías usadas en el estudio de la naturaleza. Esta tensión tiene un impacto directo sobre la vida de la Iglesia, su mensaje y su testimonio.

Celebramos la vida de fe. Abogamos por una vida de aprendizaje. En el estudio de las Escrituras y en el de los procesos ordenados de la naturaleza vemos indicadores de la mente maravillosa del Creador. Desde sus primeros días, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha estimulado el desarrollo de la mente y de la comprensión, mediante las disciplinas de la adoración, la educación y la observación.

En décadas anteriores, la discusión de las teorías sobre los orígenes ocurría principalmente en los ambientes académicos. Sin embargo, el naturalismo filosófico (procesos completamente naturales, aleatorios y no dirigidos en el correr del tiempo) ha logrado una aceptación amplia en la educación, y forma la premisa básica de mucho de lo que se enseña en las ciencias naturales y sociales. Los feligreses y los estudiantes adventistas del séptimo día encuentran este concepto y sus implicaciones en muchas áreas de la vida diaria.

En su declaración de las creencias fundamentales, la Iglesia Adventista del Séptimo Día afirma una creación divina como se la describe en la narración bíblica de Génesis 1. Dios es el Creador de todas las cosas, y ha revelado en la Escritura la descripción auténtica de su actividad creadora. En seis días hizo el Señor 'los cielos y la tierra' así como todo lo que tiene vida sobre la tierra, y reposó en el séptimo día de esa primera semana. Estableció así el sábado como un recordativo perpetuo de su obra creadora completa. El primer hombre y mujer fueron hechos a imagen de Dios, como la obra cumbre de la creación; se les concedió dominio sobre el mundo, y se les encargó que cuidasen de él. Cuando el mundo estuvo terminado, fue declarado 'muy bueno', y revelaba la gloria de Dios (Gén. 1; 2; Exo. 20:8-11; Sal. 19:1-6; 33:6, 9; 104; Heb. 11:3).

Razones para las Conferencias sobre Fe y Ciencia.

Por causa de la influencia penetrante y creciente de la teoría de la evolución, la Junta Ejecutiva de la Asociación General (Concilio anual 2001) autorizó una serie de conferencias sobre Fe y Ciencia de tres años de duración. Estas conferencias no fueron convocadas para modificar la posición sustentada por largo tiempo acerca de la creación, sino para repasar las contribuciones y las limitaciones que tanto la fe como la ciencia presentan a nuestra comprensión de los orígenes.

Las razones principales que condujeron a la convocación de estas conferencias incluyen:

1. Cuestiones filosóficas: Existe un desafío siempre presente en la definición de la relación entre la teología y la ciencia, entre la fe y la razón. Estas dos corrientes del conocimiento, ¿están asociadas o en conflicto? ¿Debería considerárselas como interactivas o como esferas independientes del conocimiento, que no se superponen? La cosmovisión dominante en la mayoría de las sociedades modernas interpreta la vida, la realidad física, y la conducta en formas marcadamente diferentes de la cosmovisión cristiana. ¿De qué modo deben los cristianos relacionarse con estas cosas?

2. Cuestiones teológicas: ¿Cómo debe interpretarse la Biblia? ¿Qué requiere del creyente una lectura directa del texto? ¿Hasta qué punto el conocimiento de la ciencia debe informar o dar forma a nuestra comprensión de las Escrituras, o viceversa?

3. Cuestiones científicas: Los mismos datos de la naturaleza están a disposición de todos los observadores. ¿Qué dicen o qué significan los datos? ¿De qué modo podemos llegar a interpretaciones y conclusiones correctas? ¿Es la ciencia una herramienta o una filosofía? ¿De qué manera podemos diferenciar entre la ciencia buena y la errónea?

4. El problema de educar y nutrir en eso a los miembros de la Iglesia. ¿De qué manera debe el miembro de Iglesia considerar la variedad de interpretaciones del registro del Génesis? ¿Qué puede decir la Iglesia a quienes encuentran en el currículo educativo ideas que están en conflicto con su fe? Mantener silencio con respecto a tales problemas envía señales confusas; crea incertidumbre y proporciona un terreno fértil para conceptos dogmáticos e injustificados.

5. El desarrollo de una fe viva: Una clarificación y reafirmación de una teología de los orígenes con base en la Biblia equipará a los miembros con un marco de referencia para tratar los desafíos que presenta este tema. Las Conferencias sobre Fe y Ciencia no fueron convocadas sencillamente para la estimulación intelectual de quienes asistieran a ellas, sino como una oportunidad para proporcionar orientación y una guía práctica para los miembros de la Iglesia. La Iglesia no puede pretender mantener sus creencias en un lugar seguro, a prueba de desafíos. Si lo hiciera así, pronto éstas serían reliquias. Las enseñanzas de la Iglesia deben confrontar los problemas del momento y relacionarse con ellos de modo que permanezcan siendo una fe viva; de otro modo, no serán más que dogmas muertos.

Las Conferencias sobre Fe y Ciencia

Hubo dos Conferencias internacionales sobre Fe y Ciencia: una en Ogden, Utah, en 2002, y la otra en Denver, Colorado, en 2004, con amplia representación de teólogos, científicos y administradores de la Iglesia. Además, siete1 de las trece divisiones de la Iglesia realizaron conferencias regionales o de toda la división que trataron la interacción de la fe y la ciencia en las explicaciones acerca de los orígenes. La Comisión organizadora expresa su aprecio a los que participaron en esas conferencias por sus contribuciones a este informe.

La agenda de la conferencia realizada en Ogden estaba destinada a poner en conocimiento de los asistentes la variedad de maneras en las cuales la teología y la ciencia ofrecen explicaciones del origen de la tierra y de la vida. Las agendas de las conferencias en las divisiones fueron decididas por sus organizadores, aunque la mayoría incluyeron varios de los temas considerados en Ogden. La reciente conferencia en Denver fue la conclusión de la serie de tres años. Su agenda comenzó con resúmenes de los problemas en teología y en ciencia, y luego pasaron a diversos temas con respecto a los problemas de fe-ciencia en la vida de la Iglesia. Estos temas incluyeron:

- El lugar permanente de la erudición en la Iglesia. ¿De qué manera la Iglesia mantiene la naturaleza confesional de sus enseñanzas mientras permanece abierta para futuros desarrollos de su comprensión de la verdad?

- Modelos educacionales para los profesores y los líderes de la Iglesia, para tratar con temas controvertidos y los problemas éticos involucrados en ellos. )De qué modo enseñaremos cursos de ciencias en nuestras escuelas de manera que enriquezcan la fe, y no la erosionen?

- ¿Qué consideraciones éticas aparecen en el foco cuando las convicciones privadas difieren de las enseñanzas denominacionales? ¿De qué manera la libertad personal de creencias se relaciona con su rol público como líder en la Iglesia? En otras palabras, )cuáles son los principios que rigen la responsabilidad personal y la ética del disenso?

- ¿Cuáles son las responsabilidades y procesos administrativos al tratar con variaciones en los conceptos doctrinales, o en las nuevas expresiones de ellas?
En todas las conferencias se presentaron y analizaron escritos eruditos preparados por teólogos, científicos y educadores. (El Instituto de Investigación en Geociencias mantiene un archivo de todos los escritos presentados en las conferencias.) Las conferencias de Ogden y de Denver incluyeron, por lo menos, algunos representantes de cada una de las divisiones mundiales. Más de 200 personas participaron en las conferencias durante el período de tres años. Más de 130 personas asistieron a la reunión de Denver, la mayoría de los cuales había asistido por lo menos a una de las otras conferencias sobre fe y ciencia.

Observaciones generales

1. Aplaudimos la seriedad y excelencia que caracterizó las conferencias.
2. Notamos el sólido sentido de dedicación y lealtad a la Iglesia que prevaleció en ellas.
3. Experimentamos que, aun cuando algunas veces aparecieron tensiones, se mantuvieron relaciones cordiales entre los asistentes, y el compañerismo trascendió las diferencias de opiniones.
4. Fuimos testigos en estas conferencias de un alto nivel de acuerdo en la comprensión de temas básicos, especialmente en cuanto al papel normativo de las Escrituras, apoyado por los escritos de Elena G. de White, y la creencia, de parte de todos, en Dios como el Creador benéfico.
5. No encontramos apoyo ni defensa del naturalismo filosófico: la idea de que el universo llegó a existir sin la acción de un Creador.
6. Reconocemos que el conflicto entre las cosmovisiones bíblica y contemporánea impacta tanto a los científicos como a los teólogos.
7. Reconocemos que la tensión entre la fe y la comprensión es un elemento de la vida con la que el creyente tiene que aprender a vivir.
8. Observamos que rechazar las interpretaciones científicas contemporáneas de los orígenes en conflicto con el informe bíblico no implica despreciar ni a la ciencia ni a los científicos.
9. Aunque encontramos una amplia afirmación de la forma en que la Iglesia comprende la vida sobre la tierra, reconocemos que entre nosotros algunos interpretan el registro bíblico de maneras que conducen a conclusiones definidamente diferentes.
10. Aceptamos que tanto la teología como la ciencia, contribuyen a nuestra comprensión de la realidad.

Hallazgos

1. El grado de tensión que existe con respecto a nuestra comprensión de los orígenes varía alrededor del mundo. En aquellas áreas donde la ciencia ha hecho los mayores progresos en la sociedad, las preguntas entre los miembros de la Iglesia están más difundidas. Con el avance de la ciencia en todos los sistemas educativos y en las sociedades, habrá un aumento significativo de miembros que se preguntarán cómo reconciliar la enseñanza de la Iglesia con las teorías naturalistas de los orígenes. Grandes números de estudiantes adventistas asisten a las instituciones públicas donde se enseña y promueve el evolucionismo en las aulas sin que ellos tengan los materiales y los argumentos correspondientes en favor del registro bíblico de los orígenes.

2. La reafirmación de la Creencia fundamental de la Iglesia con respecto a la creación fue sólidamente apoyada. La creencia Adventista del Séptimo Día en una creación literal e histórica en seis días es teológicamente sólida y consistente con la enseñanza de la Biblia entera.

3. La creación es un pilar fundamental de todo el sistema de doctrinas adventistas del séptimo día y tiene una relación directa con muchas de las demás creencias fundamentales si no con todas. Cualquier interpretación alternativa de la historia de la creación necesita ser examinada a la luz de su impacto sobre todas las otras creencias. Varias de las Conferencias sobre Fe y Ciencia repasaron interpretaciones alternativas de Génesis 1, incluyendo la idea de la evolución teísta. Estas otras interpretaciones no tienen coherencia teológica con todas las Escrituras y revelan áreas de inconsistencia con el resto de las doctrinas Adventistas del Séptimo Día. Por ello son sustitutos inaceptables para la doctrina bíblica de la creación sostenida por la iglesia.

4. Se expresó preocupación con respecto a lo que algunos ven como ambigüedad en la frase 'En seis días' que se encuentra en la declaración de la Iglesia acerca de la creación. Se sintió que no se menciona el significado intencional (que la creación en seis días descrita en el Génesis fue realizada en una semana literal e histórica). Esta situación permite algo de incertidumbre con respecto a lo que la Iglesia realmente cree. Además, proporciona espacio para que otras explicaciones de la creación sean acomodadas en el texto. Está el deseo de escuchar la voz de la Iglesia trayendo mayor claridad a lo que realmente se quiere decir en la Creencia fundamental N' 6, La creación.

5. Aunque algunos datos de la ciencia pueden ser interpretados de manera consistente con el concepto bíblico de la creación, también repasamos datos que han sido interpretados de formas que desafían la creencia de la Iglesia en una creación reciente. La fuerza de esas interpretaciones no debe ser descartada en forma ligera. Respetamos las pretensiones de la ciencia, las estudiamos, y esperamos una solución. Esto no excluye un nuevo examen de las Escrituras para estar seguros de que se las comprende adecuadamente. Sin embargo, cuando no es posible una interpretación que armonice con los hallazgos de la ciencia, no permitimos que la ciencia asuma una posición privilegiada que automáticamente decida el resultado. Más bien, reconocemos que no es justificable mantener las claras enseñanzas de la Biblia como rehenes de las interpretaciones científicas actuales de los datos.

6. Reconocemos que hay diferentes interpretaciones teológicas entre nosotros con respecto a Génesis 1 al 11. En vista de las diversas interpretaciones, sentimos un alto grado de preocupación de que los que participan en el ministerio de la enseñanza Adventista del Séptimo Día conduzcan su trabajo con ética y con integridad: de acuerdo con las normas de su profesión, las enseñanzas de las Escrituras, y la comprensión básica sostenida por el cuerpo de creyentes. Siendo que los Adventistas del Séptimo Día reconocen que su comprensión de la verdad es una experiencia siempre creciente, hay una necesidad siempre presente de seguir el estudio de las Escrituras, la teología y la ciencia con el fin de que las verdades que sostenemos constituyan una fe viva capaz de ocuparse de las teorías y las filosofías del momento.

7. Apreciamos y endosamos el importante valor del diálogo internacional e interdisciplinario continuo entre los teólogos, científicos, educadores y administradores Adventistas del Séptimo Día.

Afirmaciones

Como resultado de las dos conferencias internacionales y de las siete conferencias de las divisiones, la Comisión organizadora da un informe de las siguientes afirmaciones:

1. Afirmamos la primacía de las Escrituras en la comprensión de los orígenes que tenemos como Adventistas del Séptimo Día.

2. Afirmamos la comprensión histórica de los Adventistas del Séptimo Día de Génesis 1: que la vida sobre la tierra fue creada en seis días literales, y que es de origen reciente.

3. Afirmamos el registro bíblico de la Caída que dio como resultado la muerte y el mal.

4. Afirmamos el registro bíblico de un Diluvio catastrófico, un acto de juicio divino que afectó al planeta entero, como una clave importante para comprender la historia de la tierra.

5. Afirmamos que nuestra comprensión limitada de los orígenes demanda humildad y que una exploración adicional de estos temas nos llevará más cerca de misterios profundos y maravillosos.

6. Afirmamos la naturaleza entrelazada de la doctrina de la creación con otras doctrinas Adventistas del Séptimo Día.

7. Afirmamos que a pesar de la Caída, la naturaleza es un testigo del Creador.

8. Afirmamos a los científicos Adventistas del Séptimo Día en sus esfuerzos por entender la obra del Creador mediante las metodologías de sus disciplinas.

9. Afirmamos a los teólogos Adventistas del Séptimo Día en sus esfuerzos por explorar y articular el contenido de la revelación.

10. Afirmamos a los educadores Adventistas del Séptimo Día en su ministerio clave en favor de los niños y jóvenes de la Iglesia.

11. Afirmamos que la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, identificada en Apocalipsis 14:6 y 7, incluye un llamado a la adoración de Dios como Creador de todo.

Recomendaciones

La Comisión organizadora de las Conferencias internacionales de Fe y Ciencia recomienda que:
1. Con el fin de atender lo que algunos interpretan como falta de claridad en la Creencia fundamental N' 6, La creación, que la comprensión histórica de la narración del Génesis de los Adventistas del Séptimo Día sea afirmada en forma más explícita.

2. Animar a los líderes de la Iglesia en todos los niveles a evaluar y observar atentamente la efectividad y el éxito de los sistemas y programas denominacionales en preparar los jóvenes, incluyendo a los que asisten a instituciones no adventistas, para que puedan tener una comprensión bíblica de los orígenes y una percepción de los desafíos que ellos pueden afrontar con respecto a esa comprensión.

3. Proporcionar más oportunidades para el diálogo y la investigación interdisciplinaria, en un ambiente seguro, entre eruditos Adventistas del Séptimo Día del mundo entero.

Conclusión

La Biblia comienza con la historia de la creación, y la Biblia concluye con la historia la nueva creación. Todo lo que se perdió con la Caída de nuestros primeros padres quedará restaurado. Aquel que hizo al principio todas las cosas por la Palabra de su boca, hará que la larga lucha con el pecado, el mal y la muerte llegue a una conclusión triunfante y gloriosa. Él es Aquél que vivió entre nosotros y murió en nuestro lugar en el Calvario. Mientras los seres celestiales cantaban de gozo en la primera creación, así los redimidos de la tierra proclamarán: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. El Cordero que fue inmolado es digno (Apoc. 4:11; 5:12).

RESPUESTA A UNA AFIRMACIÓN DE LA CREACIÓN

Documento votado por la Junta Directiva de la Asociación General (Iglesia Adventista del Séptimo Día) en el Concilio Anual en Silver Spring, Maryland, el 13 de octubre de 2004.

VOTADO, Aprobar la siguiente declaración como respuesta al informe de la Comisión organizadora de la Conferencia internacional sobre Fe y Ciencia, Una afirmación de la Creación, sujeta a los cambios que fueron votados en el acuerdo anterior, que dice:

Considerando que la creencia en una creación literal en seis días está indisolublemente ligada con la autoridad de las Escrituras, y Considerando que tal creencia se entrelaza con otras doctrinas de las Escrituras, incluyendo el sábado y la expiación, y Considerando que los Adventistas del Séptimo Día comprendemos nuestra misión, como está indicada en Apocalipsis 14:6 y 7, que incluye un llamado al mundo para que adore a Dios como el Creador,

Nosotros, como miembros de la Junta Ejecutiva de la Asociación General en el Concilio Anual de 2004, declaramos lo siguiente como nuestra respuesta al documento, Una afirmación de la Creación, sometido por las Conferencias internacionales de Fe y Ciencia:

1. Endosamos sólidamente la afirmación que presenta este documento sobre la posición histórica y bíblica de nuestra creencia en una Creación literal, reciente, hecha en seis días.

2. Instamos a que este documento, acompañado con esta respuesta, sea diseminado ampliamente en la Iglesia Adventista del Séptimo Día de todo el mundo, usando todos los canales disponibles de comunicación y en los principales idiomas de la feligresía mundial.

3. Reafirmamos la comprensión Adventista del Séptimo Día de la historicidad de Génesis 1 al 11: de que los siete días del registro de la Creación fueron días literales de 24 horas que formaron una semana idéntica en duración a la que ahora experimentamos como una semana; y que el Diluvio fue de naturaleza global.

4. Invitamos a todas las juntas directivas y a los educadores de las instituciones Adventistas del Séptimo Día en todos los niveles que sigan sosteniendo y defendiendo la posición de la Iglesia en cuanto a los orígenes. Nosotros, junto con los padres adventistas del séptimo día, esperamos que los estudiantes reciban una exposición científicamente rigurosa, completa y equilibrada y una afirmación de nuestra creencia histórica en una creación literal, reciente, en seis días, y a la vez que sean educados para comprender y evaluar filosofías rivales de los orígenes que dominan la discusión científica en el mundo contemporáneo.

5. Instamos a los dirigentes de la iglesia en todo el mundo a que busquen medios para educar a los miembros, especialmente a los jóvenes que asisten a instituciones educativas no adventistas, en los problemas involucrados en la doctrina de la creación.

6. Invitamos a todos los miembros de la familia mundial de los Adventistas del Séptimo Día a proclamar y enseñar la comprensión que tiene la Iglesia de la doctrina bíblica de la Creación, viviendo a la luz de ella, regocijándonos en nuestra condición de hijos e hijas de Dios, y alabando a nuestro Señor Jesucristo, nuestro Creador y Redentor.


Fuente: Universidad Adventista del Plata, Argentina.
Referencia: 1 División del África Centro Oriental, División Euro-africana, División Norteamericana, División del Pacífico Sur, División de Sudáfrica y Océano Índico, División Sudasiática, División del África Centro Occidental.

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martes, 16 de junio de 2009

El falso marketing del eslabón perdido

No faltaron las grandes palabras. Lo habían denominado “La octava maravilla del mundo”, “La piedra Rosetta de la evolución de las especies”, “Revolucionará nuestra comprensión de la evolución humana”, “Darwin se habría emocionado de haber visto el fósil, porque expresa lo que el ser humano es y de dónde procede”, “Su impacto en el mundo de la paleontología será algo así como un asteroide caído en la Tierra”.

Frases como estas, acompañaron hace una semana la presentación en sociedad de un pequeño fósil de 47 millones de años de antigüedad al que se llegó a definir como el verdadero eslabón perdido de la evolución humana, el ancestro más primitivo de humanos y primates.

El protagonista, una especie de primate semejante a un lémur, aunque probablemente perteneciente al grupo extinto de los adapoides, parecía destinado a entrar directamente en los libros de historia. E Ida, como se bautizó al fósil, lo hacía con todos los honores amparada por una estrategia de marketing y publicidad más propia del lanzamiento de una estrella de rock que de la presentación de un descubrimiento científico: su publicación en la revista científica ‘PlosOne’ coincidió con la aparición de un documental en DVD presentado por el director Richard Attenborough, un libro y una página web en un acto multitudinario en el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York apadrinado, por el ‘Canal de Historia’.

Ida inauguraba también un nuevo género, el ‘Darwinius masillae’. Pero el glamour inicial del fósil y sus supuestas implicaciones se han desvanecido con la misma rapidez con la que aumenta el resquemor entre la comunidad científica. El hallazgo, alegan, es interesante, pero está muy alejado de las expectativas que se han ofrecido en la campaña de marketing y publicidad.

Sin embargo, para Jorn Hurum, uno de los científicos que lideran el proyecto, valió la pena. “Cualquier banda de pop haría lo mismo”, dijo después. “Tenemos que comenzar a pensar de la misma forma en ciencia”.

INDIGNACIÓN ENTRE LOS CIENTÍFICOS

Poco después de darse a conocer todo lo que rodeaba a Ida, muchos expertos reaccionaban muy negativamente en diferentes comunidades científicas, consideraban que la presentación había sido una “farandulización”.

“El fósil no tiene ninguna implicación sobre el origen del hombre ni aporta nada nuevo, ni es ancestro de nada, ni va a cambiar absolutamente nada de lo que ya se sabe. No tiene ninguna relación con la línea humana”, advierte Salvador Moyá-Solá, director del Instituto Catalán de Paleontología y uno de los mayores expertos europeos en el tema, quien también precisa que existen fósiles de prosimios incluso más antiguos.

“La comunidad científica está molesta -añade- porque se ha intentado vender el producto de una manera muy ligera”. Se ha hecho “un uso indebido de la publicidad y el márketing para vender un producto que no responde a las expectativas que se han ofrecido, y eso hace mucho daño a los científicos, porque perdemos credibilidad. Imagínese ahora el caso que nos van a hacer cuando tengamos algo importante que anunciar”.

NO ES PARA TANTO

Situado en su justa medida, el hallazgo tiene un valor científico notable porque presenta a un fósil que se dice que tendría 47 millones de años en un estado de conservación excepcional, lo que ha permitido conocer detalles de su biología y su modo de vida.

Pero poco más, porque ni siquiera el equipo internacional de paleontólogos que publica el artículo en ‘PlosOne’ hace mención a que la criatura sea un ancestro directo de los humanos, lo que sí se hizo en la presentación posterior.

Henry Gree, uno de los editores de la revista científica ‘Science’, tampoco cree que el mundo se encuentre ante el eslabón perdido. “Es muy bueno tener un nuevo hallazgo y debe ser muy bien estudiado, pero probablemente no se encuentre al mismo nivel de importancia que otros recientes, como el hobbit o los dinosaurios con plumas”, explicó a la BBC.

José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, señala que si el fósil fuese verdaderamente extraordinario lo más probable es que su estudio hubiese sido publicado en las revistas científicas de mayor impacto, como ‘Science’ o ‘Nature’.

Fuente: ProtestanteDigital.com

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viernes, 5 de junio de 2009

Una Cuestión de Orígenes / A Question of Origins



Duración: 1:01:08

Durante el último siglo, gran parte del mundo ha aceptado la teoría de la evolución como un hecho. Sin embargo, no hay pruebas directas para apoyarla. Este documental ofrece pruebas abrumadoras en favor de la Creación. La teoría de la evolución se ha aplicado a la mayoría de campos científicos y de esta película expone la especulación y el ciego sesgo evolutivo en tres áreas de la ciencia: la Cosmología, la Química y la Biología.

¿El Sistema Solar pudo evolucionar fuera del Big Bang? ¿Pueden compuestos químicos espontáneamente generar vida y luego evolucionar? ¿La evolución puede explicar la gran variedad de vida en la Tierra?

Una producción con gran riqueza visual que revela fuertes indicios de que el universo y todas las formas de vida fueron creados por un ser sobrenatural, y que el Dios de la Biblia es ese Creador.
La Biblia es el único libro sagrado en el mundo que es científicamente exacto. Además, el conocimiento científico demuestra que la Biblia es realmente la Palabra de Dios.

El creacionista y orador, Roger Oakland, hace que las cuestiones difíciles sean de fácil comprensión para todos. Además de la opinión y colaboración de varios expertos y científicos compartiendo datos y pruebas.

Este vídeo es ideal para cualquiera que tenga preguntas o dudas sobre la precisión científica de la Biblia.

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